Primero pasamos por sus ilustraciones sin ver mucho, un poco aquí y allá, luego su historia fue apareciendo poco a poco, finalmente me detuve y abrí su galería, nada me hacía sospechar que encotraría rasgos y vestigios de tristes Ledas que con miradas nostálgicas parecieran esperar a un Cisne. Así fue mi encuentro con Kukula.
KuKula es una artista israelí, nacida en un pequeño pueblo. Sobre su historia poco cuenta, pero dice en su bio que todos sus vecinos eran jubilados (que es como tener un montón de abuelos a la disposición), y lo que de algún modo la influyó fue encontrarse rodeada de muñecas y ancianos. Y, como García Márquez, por aquello de la influencia de los abuelos, de los recuerdos de las historias, creció en un mundo propió que construyó entre los recuerdos de una segunda guerra mundial que nunca vivió y las historias de princesas y de terror.
En su página web más sobre Kulula.
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