La fuente de Leda
de Alfonso Moreno Mora
Muestran siete bacantes encantadoras, en la fuente
sentadas, sus desnudeces;
deben poblar del aire risas canoras
y del cisne hecho gritos las esquiveces.
Pues todas se disputan, con gestos francos,
la caricia que el cisne brindara a Leda,
y están que a poco se hunden los muslos blancos en el agua que un tálamo zafir remeda.
Los remos apresados por finas manos, el cisne chapotea, brilla la espuma
en los senos y brazos de las bacantes
que aun viendo sus deseos frustros y vanos y que apenas
del cisne tocan la pluma musicalizan, locas, esos instantes.
sentadas, sus desnudeces;
deben poblar del aire risas canoras
y del cisne hecho gritos las esquiveces.
Pues todas se disputan, con gestos francos,
la caricia que el cisne brindara a Leda,
y están que a poco se hunden los muslos blancos en el agua que un tálamo zafir remeda.
Los remos apresados por finas manos, el cisne chapotea, brilla la espuma
en los senos y brazos de las bacantes
que aun viendo sus deseos frustros y vanos y que apenas
del cisne tocan la pluma musicalizan, locas, esos instantes.
Ernesto Neves
Bajar sus Posesías Completas
Alfonso Moreno Mora (Ecuador, 1890-1940) perteneció a la generación de poetas cuencanos de inicios de siglo en la que Remigio Tamariz, Agustín Cuesta, Remigio Romero Cordero y Manuel María Palacios cultivaban el género madrigalista.
Moreno Mora por su parte, según algunos de sus biógrafos, no plegó a moda o vanguardia poética alguna pues se encontraba, en medio de la asincronía de los "ismos", ejerciendo su derecho a su singular percepción del tiempo. Sus obras y las de César Dávila Andrade, al decir de Efraín Jara Hidrovo, contienen el más significativo aporte de Cuenca a la poesía ecuatoriana.
Todo es aniquilación incesante,
ResponderEliminarresentimiento agresivo entre el alma y el mundo,
eres y no serás, porque no hay salida de las profundas
galerías de la materia!
Braceamos desesperadamente
contra el ímpetu corrosivo de los minutos;
negamos que la poderosa indolencia de la naturaleza
no es sino la huella indescifrable
del frenesí expansivo de la conciencia.
(EFRAÍN JARA I., Añoranza y acto de amor)
Bellísima la poesia de Efrain Jara que buenos recuerdos.
Cuantos movimientos en su brilante blog.
Felicidades.