sábado, 18 de julio de 2009

Una catalana Leda inocente


Leda innocent

de Josep Carner

Aquell matí, Leda innocent, besaves
el cigne de vivíssimes clarors
a tu vingut entre les aigües blaves
amb el coll cabdellat, tot amorós.

Ses ales foren aviat esclaves
de tos braços de vori; tremolors
dava el frec de sa ploma, i comparaves
l'ocell vençut, ton braç victoriós.

Tot amagant el cap, ell es fenyia
poc avinent, amb graciosa por,
inquiet de la teva companyia.

Tu vas perdre una mica la color.
ell, tanmateix, com en el llac solia,
va fer en la teva sina cabussó.

Frans Claerhout


Josep Carner i Puig-Oriol (1984-197) es considerado como el más brillante representante de la poesía novecentista catalana; y cuya aportación a la formación del catalán literario ha sido decisiva, asi fue llamado el príncipe de la poesía catalana. Nació en Barcelona, donde estudió las carreras de Filosofía y Letras y de Derecho. Muy precozmente se dio a conocer como columnista de La veu de Catalunya y como poeta: Llibre dels poetes (Libro de los poetas, 1904), Els fruits saborosos (Los frutos sabrosos, 1906) y Auques i ventalls (Aleluyas y abanicos, 1914) son algunos de los títulos que jalonan su lúdica y virtuosista primera etapa. El ingreso en el cuerpo consular lo llevaría a vivir en el extranjero, a partir de 1921 y a verse en condición de exiliado en 1939, primero en México y desde 1945 en Bruselas, donde moriría. La distancia y las circunstancias políticas confieren una inquietud y una nostalgia nuevas a su obra poética; de ello son testimonio títulos como El cor quiet (El corazón callado, 1925) y especialmente Nabí (1941), densa reflexión sobre la guerra civil, el exilio y la condición humana, que para muchos constituye el gran poema catalán de nuestro siglo.

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