viernes, 31 de diciembre de 2010

El tiempo en Leda y su Cisne



Para los seres humanos medir el tiempo siempre ha sido una necesidad, incluso una obsesión. El tiempo, tanto espiritual como físico, marca los inicios, los comienzos, el fin o los finales. El tiempo, como todos lo hemos percibido alguna vez es relativo, para algunos pasa muy rápido cuando se es feliz, para otros pasa lentamente cuando se sufre... hoy para mí pasa lentamente, en espera de un 2011 mucho mejor.

La medición del tiempo ha sido una obsesión en la antigüedad y en la modernidad, ir al pasado, ir al futuro, fecha y hora de nacimientos, de defunciones, el récord deportivo se mide en segundos... la importancia de esos minutos, segundos, centésimas... la obsesión por lo que pasará en el futuro, lo que está por venir, los nuevos tiempos, los viejos, los recuerdos, los comienzos o los finales, la vida del ser humano siempre está marcada por un tempus fugit, por un carpe diem, por un fruere hora, volas aetas, Fugit hora sic est viva, haec ultima forsan.. muchas locuciones latinas, muchos tópicos de la literatura nos marcan un espacio temporal en el que reflexionamos, pensamos, terminamos o iniciamos, nos esperanzamos o lloramos por lo que ya pasó.

Para cerrar el año nos acompaña un reloj de sol (sí, de sol, porque su salida nos indica renacimiento, florecimiento, certeza de que siempre amanece, que siempre vendrá un año mejor, la esperanza), uno de esos instrumentos usados desde la remota antigüedad para medir ese inexorable paso del tiempo.

Hoy nos quedamos con un hermoso cuadrante solar de Leda con su Cisne, cuya sombra arrojada por un gnomon sobre la superficie nos indica la posición del Sol, de un inicio, de un nuevo año, triste o alegre, todo depende del reloj vital con que se mida...


Aprovecha la hora




martes, 28 de diciembre de 2010

Lêda et le cygne interpretado en imágenes por Pascal Tessier


Un hermoso cuento de Pierre Louÿs ilustrado por Pascal Tessier

I

En las orillas del río Eurotas, donde los bosques son tan espesos que no se veía la luz, vivía una joven extraordinaria, que era azul como la noche, tan misteriosa como la luna y tan suave como la vía láctea... Es por eso que se llamaba Leda. Era así porque la sangre del iris azul fluía en sus venas, en ella no había sangre como la nuestra, como el rojo de las rosas.
Sus uñas eran tan azules como sus manos, su lengua era tan azul como su pecho, los codos, su pecho, todo en ella era azul... Le brillaban con el color los labios, sus ojos eran azules como la más profunda de las aguas.. En cuanto a su cabello, éste siempre iba suelto y eran de color azul oscuro como el nocturno cielo, y era tan largo que le caía más abajo de los brazos y parecían alas



II

Le encantaba el agua y la noche. Su placer era caminar por las esponjosas orillas del prado, le gustaba sentir sentir el agua sin verla y en sus descalzos pies había escalofríos de felicidad cuando se mojaban en la oscuridad. No se baña en el río por temor a alguna Náyade celosa, y le faltaba voluntad para compenetrarse con el agua como un todo. Pero le gustaba mojarse!












Fuente original: AQUI

lunes, 27 de diciembre de 2010

Mil y una formas de interpretar el mito: algunas Ledas contemporáneas (XXXVIII)




Dietrich Schuchardt





Dietrich Schuchardt




Jain Tarnower




Swoon
Evan Tapper




La mujer llena de escaleras y el cisne
Vladimir Ubillus



Un un té para beberlo en Leda y el Cisne



De origen chino, el té ha tenido su mayor auge en Japón. Nace como una ceremonia en la que se honra al invitado. Cuentan que en sus inicios los anfitriones utilizaban la vajilla más costosa para impresionar a sus invitados. En el Japón actual la ceremonia puede durar hasta cuatro horas, es un momento de encuentro, de disfrute y de paz.

Tomar té en la actualidad, tanto en Oriente como en Occidente es una costumbre arraigada, imposible no asociarlo a los ingleses, pero siempre se piensa en la ceremonia del Té japonesa. Por ello tomar té implica no sólo un disfrute del paladar, de los sentidos, es también una degustación en la que se disfruta también de los accesorios. Coleccionar teteras es ya un hobbie común, buscar las más exóticas, extrañas o de diseños extravagantes es un ejercicio entre los coleccionistas.

Nosotros nos hemos topado con estas hermosas tazas y teteras para degustar un té vespertino y unos maravillosos diseños inspirados en nuestra Leda y en nuestro Cisne


Ardis Bourland



Carol and Richard Selfridge



Carol and Richard Selfridge



Carol and Richard Selfridge



Sigma



Tim Mitchinson





SwanLake
Julian Landa