Un hermoso cuento de Pierre Louÿs ilustrado por Pascal Tessier
I
En las orillas del río Eurotas, donde los bosques son tan espesos que no se veía la luz, vivía una joven extraordinaria, que era azul como la noche, tan misteriosa como la luna y tan suave como la vía láctea... Es por eso que se llamaba Leda. Era así porque la sangre del iris azul fluía en sus venas, en ella no había sangre como la nuestra, como el rojo de las rosas.
Sus uñas eran tan azules como sus manos, su lengua era tan azul como su pecho, los codos, su pecho, todo en ella era azul... Le brillaban con el color los labios, sus ojos eran azules como la más profunda de las aguas.. En cuanto a su cabello, éste siempre iba suelto y eran de color azul oscuro como el nocturno cielo, y era tan largo que le caía más abajo de los brazos y parecían alas
II
Le encantaba el agua y la noche. Su placer era caminar por las esponjosas orillas del prado, le gustaba sentir sentir el agua sin verla y en sus descalzos pies había escalofríos de felicidad cuando se mojaban en la oscuridad. No se baña en el río por temor a alguna Náyade celosa, y le faltaba voluntad para compenetrarse con el agua como un todo. Pero le gustaba mojarse!
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