martes, 30 de diciembre de 2008

La ambigüedad del cisne

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Un sublime óleo sobre tela (2006), pintado con maestría por la argentina Adriana Barassi y titulado -como no podía ser de otra manera- Leda y el Cisne, nos da cuenta de las distintas facetas del cisne poseyendo a su Leda, de las diferentes posesiones y de como ese cisne arrollador envuelve, seduce y amarra a Leda a su deseo. Vagamente nos recuerda al cuadro de Correggio.
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Esta interpretación la podemos dividir perfectamente en cinco etapas o momentos, marcadas por la degradación de colores (o la iluminación de esos momentos) o por la presencia de distintas Ledas (¿será la misma en distintas posiciones?). Cinco Ledas, cinco sueños, pues el escenario de Barassi nos lleva a soñar, nos invita a perdernos con Leda en ese mundo de sueños eternos, de mitos infinitos que prometen un descubrimiento de la irrealidad, de los sueños, de la magia…

Natalia Verón nos habla del carácter fálico del mundo de Barassi. Al respecto no nos deja ninguna duda, pues el cuello del cisne (del que muchos hacen hincapié en su carácter fálico) es el protagonista: Leda la poseída, la dulcemente poseída, que se deja llevar por tanta suavidad, por tanto Olimpo. Pero también esta pintora tiene un mundo onírico y mágico sumamente femenino, en el que la mujer (hada, reina, actriz o caricatura), es constancia, presencia y esencia de lo mágico y ejemplo de ello son cuadros como Bienestar (en el que una mujer rodeada de seres mágicos femeninos, rebosa y se desborda de alegría, porque la alegría es femenina) o Danza sobre la Luna (en el que una sensual mujer domina la luna, el infinito, lo mágico con la fuerza y la maestría de sus caderas). Veamos a continuación un poco de las Ledas y del mundo de los sueños de Barassi.

Las Ledas de Barassi

La primera Leda
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Nuestra primera Leda es puro cuerpo y el cisne es puro pico, cuello absoluto… un cisne que al mirarlo con detalle se nos muestra bicéfalo. A los pies de Leda está su otra cabeza. El cisne no tiene cuerpo, tiene dos cabezas (una masculina y otra femenina?). Los tres están presentes sólo como elementos de pasión: cuello, pico y cuerpo de mujer… El cuerpo de Leda sólo es visible en totalidad para el cisne, a nosotros nos deja sus bellas formas, sus turgencias, su trasero impecable y sus piernas invictas, su cuerpo entregado a ellos. Nos da la espalda y nos roba su rostro: somos intrusos en un mundo de largos troncos de árboles (que quizás también tengan su significado fálico) que sólo le pertenece a Leda y a su cuello y pico de cisnes.

La segunda Leda


Barassi en la segunda etapa (escena o momento) del cuadro nos da a conocer el rostro de Leda sobrepuesto en el cuello de Zeus. Un rostro casi fantasmal, arropado y subyugado por una gran cabeza de cisne, esta Leda no tiene cuerpo, en cambio tiene pensamiento. El cisne es muy claro: Leda es suya, la lleva marcada en su piel, sutilmente marcada, pero está, y pensamos que es la cabeza mayor, la que luego se nos revelará como la parte femenina del Cisne. Ya ella no le pertenece a Tindáreo. Entre flores acuáticas, Leda da cuenta de su posesión. En actitud pensativa, no creemos que añore nada del mundo mortal. Se entrega, se lo piensa e intuimos que lo disfruta. El Zeus es puro cuello, puro pico, afilado, sensual, casi femenino (lo que no lo hace entrar en contradicción con su carácter fálico), quizás pico de mujer, quizás cisne femenino. Pues el cuadro es eso: dulce y sublime, como una mujer, como Leda.

La tercera Leda


La tercera Leda tiene rostro y cuerpo y actitud candorosa, pudorosa, casi virginal. Está vestida de la cintura para abajo. Y está poseída doblemente. Su cuerpo se funde con el del cisne de bicéfalo: doble cabeza, doble placer. Sus dos hemisferios son del cisne, su parte inferior (la más femenina) está unida al cisne. La cabeza izquierda del cisne tiene terminaciones fálicas (al menos es lo que intuimos del cuadro) y Leda está poseída, no sabemos si entregada, pero poseída está. Quizás acá tenemos un ejemplo de ménage à trois. Una cabeza de cisne (la izquierda es masculina en su nacimiento), pero si vemos un poco más, la cabeza derecha del cisne es femenina (su entrada está claramente marcada y penetrada por la izquierda, además acá gana el aspecto femenino, la cabeza y el cuello de la derecha son mucho más grandes que la izquierda), que penetra o intenta penetrar, y Leda entre ambos. Leda poseída por ambos. No nos da sus pechos, a cambio nos entrega un poco más de su personalidad. Ya la vimos pensativa, ahora la vemos pudorosamente sensual entre lo femenino y lo masculino.

La cuarta Leda


Una Leda de rasgos asiáticos o de ojos muy maquillados (ojos glamorosos, no olvidemos que Leda era una Reina), sólo nos da una nostálgica mirada hacia un infinito que también se nos oculta (¿qué mirará Leda?). Esta Leda es fantasmal pero más definida... ya se sabe grabada en el cisne (en los cisnes), ya es dueña de la situación. Aparece envuelta en dos cuellos císnicos que a manera de sogas (distendidas) amarran, la atan a ellos. Al fondo se ve un camino… por allí intuimos la llegada de otra Leda, del futuro.


La quinta Leda


Una Leda muy pequeña, como una ninfa o un hada, vestida de cisne, como la cantante Björk, es la quinta Leda que nos presenta Barassi. Obviamente a esta Leda hada o ninfa, en la que vemos una dulce sonrisa, le queda mucho mejor su traje, pues forma parte de sí misma, de su esencia. Esta Leda pareciera venir por ese camino (de futuro) en la búsqueda de sus cisnes.

Y un gran pie

La quinta Leda nos da el camino para llegar a un sexto elemento: un pie, un pie de gigante… quizás el pie de Zeus, ya hecho hombre (¿o mujer?), nos aferra a la tierra. Quizás nos avisé que este mito, que esta unión es profundamente telúrica, apegada a la tierra, terrenal. Nos morimos de curiosidad por saber qué oculta, qué hay más arriba de ese pie.

4 comentarios:

  1. Genial interpretación. Sin duda.

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  2. Hoy es un domingo como muchos que me invitan a pasear y lo he hecho por todas tus entradas, quiero decirte que me parece un blog. complejo, variado, bello, sensible, controvertido, que ha sido capaz de generar mucha polémica, sólo hay que observar la excitación de tus comentaristas, en muchas entradas, como la vida misma,como en el amor mismo, muchos entran y muchos otros no vuelven, pocos permanecen. Me ha llamado tanto la antención que me he permitido dejarte mi opinión.


    Feliz domingo y felicidades por tu trabajo.

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  3. Mariana, me encanto tu texto sobre mi trabajo y la interpretacion que realizaste me sorprendio gratamente
    te felicito
    Adriana Barassi

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  4. Adri,
    Quiero reiterar mis felicitaciones por tu trabajo; el primero (y al momento) único que conozco "La Heroína de las Mil caras"...Me quedé realmente fascinada.
    Un recorrido por la interpretación "La ambigüedad del cisne" hacen querer ver y saber más.. atrapante y alucinante.
    Un gran GRACIAS por tan bella obra y vasto PLACER tener, para mi, una alumna tan talentosa, sensible e inteligente como vos.
    Luciana

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