lunes, 17 de agosto de 2009

Un cygne mort..., de Raymond Radiguet


Un cygne mort...

por Raymond Radiguet
Un cygne mort ne se remarque
Parmi l'écume au bord du lac.

Léda te voilà bien vengée,
Pense qu'un cygne au tien pareil
D'une aïeule charmant l'oreille
Au premier chant fut égorgé.

Son duvet emplit l'édredon
Sous lequel Léda délaissée
Informe de son abandon
Le passant qui déjà le sait.

Passez, couleurs, puisque tout passe
À la fin il reste du blanc.
Les anges en peignoir de bain
Sur le sable n'ont laissé trace

De leur passage. Et les dérange
Du chien la nuit quelque aboiement,
Le simple coup de pied d'un ange
Enseigne au chien comme l'on ment.

Et toi, mon cygne, ma tristesse,
Qu'en attendant Noël j'engraisse,
Les larmes dont ton coeur est plein
Empêchent le sang de tacher
Le sable sur lequel Léda
Pour un cygne se suicida.

Son linge, ses larmes séchés,
L'ange s'élance du tremplin.




Raymond Radiguet nació el 18 de junio de 1903 en Saint-Maur-des-Fossés y murió el 12 de diciembre de 1923 en París, Francia. Fue un escritor francés que falleció con veinte años y dos novelas a sus espaldas: El baile del conde Orgel, publicada tras su muerte, y sobre todo El diablo en el cuerpo, que narra los amores entre un adolescente y una mujer casada cuyo marido combate en el frente. Con ello, Radiguet se opone cínicamente al heroísmo bélico oficial, por lo que la novela causó un gran escándalo.

Fue hijo del dibujante Maurice Radiguet. Estudió en el liceo Carlomagno en París. A causa de su gran afición a la lectura, no estuvo muy involucrado en sus estudios, lo cual supuso que no fuese considerado un buen alumno. Leía los escritores de los siglos XVII y XVIII, teniendo especial interés en la Princesse de Clèves de Madame de La Fayette; también leyó escritores como Stendhal y Proust; y poetas como Verlaine, Mallarmé, Rimbaud o el Conde de Lautréamont.

Raymond RadiguetCon 15 años abandona definitivamente sus estudios para hacer periodismo. Se relaciona con André Salmon, Max Jacob, Pierre Reverdy, François Bernouard (el cual sería el futuro editor, en 1920, de sus poemas recogidos en Les Joues en feu); conoce a pintores como Juan Gris, Picasso, Modigliani, Jean Hugp; y se vincula con jóvenes compositores como Darius Milhaud, George Auric, Francis Poulenc o Arthur Honegger. Cuando se fundó el periódico satírico francés Le Canard enchaîné, Radiguet publicaría algunos cuentos bajo el pseudónimo de Rajky. En el año 1918 conocería a Jean Cocteau, el cual quedó admirado por el joven y a quien se refería diciendo: es el alumno que se convirtió en mi maestro.[1] Radiguet fue el protegido de Cocteau, de forma que éste se entusiasma con los poemas del joven y le anima a escribir, le aconseja y le hace trabajar, de forma que le ayuda a publicar sus versos en varias revistas, como Sic y Littérature.

Se convierten en inseparables y en mayo de 1920 fundan juntos la revista Le Coq, de carácter vanguardista, en la cual colaboraron, entre otros Georges Auric, el pintor Roger de La Fresnaye, Paul Morand y Tristan Tzara. Así, Radiguet escribe su primer artículo en el primer número de la revistaque comienza con las siguientes palabras escritas en mayúscula: DEPUIS 1789 ON ME FORCE À PENSER. J’EN AI MAL À LA TÊTE (Desde 1789 se me fuerza a pensar. Me duele la cabeza). A partir de 1921, Radiguet decide abandonar la vida desorganizada que llevaba hasta enconces para pasar a una vida fuertemente disciplinada interiormente. Joseph Kessel diría al respecto: Nada menos ordenado que su vida exterior, pero nada más harmonioso, más equilibrado, mejor construido y mejor protegido que su vida interior. Podía ir de bar en bar, no dormir durante noches enteras, errar de habitación en habitación de un hotel; su espíritu trabajaba con una lucidez constante, una maravillosa lógica. Raymond Radiguet muere el 12 de diciembre de 1923 a causa de una fiebre tifoidea.

2 comentarios:

  1. Dieses Gedicht ist schön .. aber ich verstehe nicht viel ..
    Danke Mariana.. Te adoro
    Leda Helena

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