Dalí, como Leonardo, han tenido como elemento de inspiración artística a la bella Leda (Leda Atómica)... Dalí la busca entre sus amores, la confunde con Gala, se hace pasar por Cisne -quién duda de que a estas altura ya Dalí no sea un Dios, que en la Atómica Leda ya es Cisne-, la estudia y la reeinterpreta de distintas maneras, incluso tomando como inspiración el rostro de la legendaria Leda de Leonardo ya conocida por todos.
Veamos el cuadro Galatea de las esferas, en las que mitología (Leda, Gala y Leonardo) se funden en una sola interpretación y en la que utiliza una famosa técnica ideada por él llamada método paranoico-crítico, en la que vemos dos imágenes en una sola configuración:
En la obra Dalí desnudo, en contemplación ante cinco cuerpos regulares metamorfoseados en corpúsculos en los que aparece repentinamente la Leda de Leonardo cromosomatizada por el rostro de Gala vuelve sobre la técnica, vuelve con los corpúsculos. Esta obra está basada en sus reflexiones sobre la física atómica y sus implicaciones metafísicas. En ella, Dalí representa imágenes explosionadas, descompuestas en múltiples corpúsculos esféricos, cónicos, piramidales y en la que podemos, sorprendentemente observar a Leda de Leonardo como bien explica el largo título del cuadro:
En el primer plano del cuadro observamos a un desnudo Dalí que se rinde, en actitud de adoración -frente a Leda y Leonardo no hay otra actitud posible- ante el rostro de la Leda de da Vinci representada por Gala, como en su cuadro Galatea de las esferas. Aparecen también algunas esferas de distintos colores que flotan alrededor de ella. Sobre la aparición de esta Leda flota una construcción similar a una cúpula que se desintegra. Otra vez Dalí, Gala, Leda y Leonardo se nos fusionan, como la leyenda, como el mito, con una mítica unión...
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