Para los sofisticados fumadores de pipa hacerlo es todo un arte, un ritual , un verdadero misterio para los no iniciados y como tanto de ritual conlleva este arte (ya Freud, Hemingway, Joyce, Van Gogh o Sartre debieron dejarnos algunos secretos), así nos presentan el ritual del amor en el que Leda y su cisne se unen:
Y así de misteriosas los artesanos nos dejan algunas pipas talladas, de amor, de corazón, con un verdaero cariño por el material (madera, marfil o espuma de mar ¿de la que naciera Venus?) y por el arte de plasmar la divina, sublime y olímpica unión de una mortal con un Dios.
Y es que posiblemente fumar pipa implica eso: los mortales fundiéndose, asiendo, con el misterio de los dioses:
Preciosa y delicada la primera pipa. Caramba que de pipas y que de formas. Estoy sorprendida, incluso me he puesto a buscar por mi cuenta. Preciosas, preciosas de verdad
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