sábado, 6 de junio de 2009

El sueño de Leda interpretado por Ritter


Nuestros sentidos se alteran al toparnos con una Leda hermosa, yaciente, excitada y soñadora. La momentánea perturbación impide que el verbo fluya con suavidad de nuestras manos; pero nos sobreponemos para compartir unas pocas palabras, siempre torpes, pero llenas de admiración, deseo y respeto.

Julian Ritter


Leda está acompañada por mujeres que, como bacantes en el corro del dios del vino, la rodean poseídas por la firme presencia de un rotundo Cisne. Blanco ánade regodeado de cuerpos desnudos, como dios sensual y lascivo. Que no sólo comparten su presencia, sino que, al no poder contener el poder divino de tan lujuriosa divinidad, se dejan poseer por la fuerza de su voluptuosidad y comparten caricias, roces, placeres... Estas bacantes, como las mitológicas, parecieran iniciar a esta Leda en sus ritos nocturnos de bailarinas incansables, invadidas por un éxtasis que sólo supone la presencia de un dios, del dios mayor: del Olímpico Cisne.

En este cuadro encontramos a esta Leda envuelta en un sueño en el que rubias ménades danzan a su alrededor. Leda sueña con cisnes, con mujeres, sueña lujuria, sueña una orgía. Intentamos penetrar en ese sueño, pero nos deja fuera de él. Sólo nos permite observar cómo, envuelta en su lúbrico sueño, una excitación mayor la envuelve… Una muy sensual Leda en la que los sueños del artista se funden con ella, sueños húmedos, sueños con cisnes, sueños de muchas. Así es el mundo de Ritter, lleno de placeres, de mujeres que se dejan llevar por la fuerza salvaje e incontenible del sexo, del cisne.
Todo un goce para la vista.
Más obras del artista: Aquí


Julian Ritter nació en Hamburgo, Alemania, en 1909. Creció como un joven solitario, el único hijo de una aspirante a actriz. En su infancia, se entretenía deambulando por los muelles de Hamburgo y sueña con lugares lejanos. Descubrió una temprana pasión por el arte, mientras dibujaba los buques en el puerto. Las graves privaciones en Alemania, que siguieron a la Primera Guerra Mundial llevó Julian y a su madre a emigrar a América en 1924. Llegaron a Nueva York sin dinero y apenas conociendo el idioma. Julian adaptado rápidamente al nuevo país viajó desde Nueva York a Filadelfia, a Chicago, antes de establecerse en Los Ángeles. Trabajó como lavaplatos, recadero, asistente de pintor y artista independiente. Frecuentó vaudeville y teatros burlesco en sus días libres, donde los strippers y los comediantes le enseñaron el tipo de humor que satiriza la condición humana. Esto influyó en el trabajo de Julian tanto como cualquier escuela. Si bien en Chicago, Julián comenzó a tomar un interés serio en el arte y tomó clases nocturnas en el Art Institute de Chicago con el Dr. Schroeder. Luego ganó una beca para la Escuela en el Centro de Arte de Los Ángeles. Bajo la tutela de Reckless Stanley, quien estudió en la Academia de Arte de Filadelfia y lo educó en la tradición de Frank Duveneck y la Escuela de Munich. Estudió la anatomía humana y la utilización de modelos vivos era la regla. Después de su graduación, en 1932, Julián encontró trabajo en los estudios de cine, haciendo retratos para algunos estudios. En una visita a San Francisco, fue contratado para producir murales para la Exposición Internacional de Golden Gate de 1939. Continuó independiente y pintado retratos de personas prominentes de California. En 1941, Julian expuesp en la Galería de Arte Moderno, y en el Newhouse Galerías de la ciudad de Nueva York. Ambas exposiciones fueron altamente aclamadas. En 1945, después de una temporada en el ejército, regresó con un períodomás prolífico. Julián pasó a hacer estudios de desnudos y payasos. Vivió en Santa Bárbara, California, hasta 1985, cuando se mudó a Maui, Hawai. En diciembre de 1985, Julián sufrió un derrame cerebral, sin embargo, continuó pintando, escribiendo y enseñando. Julian falleció el 4 de marzo de 2000 a la edad de noventa años de edad.

3 comentarios:

  1. No coincidimos siempre, Mariana mayestática, porque esta imagen me gusta más bien poquito... :)

    Sin embargo, sigo con la boca abierta al ver que el mito ¡no se acaba nunca! Y otros tan terminales, anda, vaya, prueba... Seguro que Leda siempre puede y que el Cisne se encuentra en todo momento dispuesto... ¿A eso se le llama eternidad?

    Gracias hasta por la entrada y saludos mortales, Mariana, y un abrazo

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  2. Hoy me voy a dormir bajo el signo de la contradicción.
    Me encanta la imagen.
    Me gusta ese Ritter y la sensualidad que emana del resto de su obra.
    Marianis demasiado bueno tu comentario. Sexo, placer, lujuria, orgía, ménades.
    ¡¡¡¡Qué mundo el griego, qué dioses, qué Olimpo!!!! Todo humano, todo propio de la divinidad.
    Lo que más me ha gustado de la imagen ese contraste entre colores e imagen. Los colores sutiles, dulces, casi rozan la ternura
    Las imágenes fuertes, eróticas, sexuales, orgiásticas, como bien lo señalas.
    Estos fascinada. Gracias por dejar el link con los demás trabajos de Ritter
    Isa


    Isa

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