domingo, 30 de noviembre de 2008

El mito de Calisto

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Zeus, el más grande de los dioses, nunca se da por vencido. Y en esta ocasión, conocedor de mis debilidades, sin duda me hubiera conquistado.


Calisto (en griego antiguo Καλλιστώ Kallistố, de καλλίστη kallístê, ‘la más bella’) era una cazadora consagrada a la diosa Artemisa (diosa de la caza), por lo que era virgen y continuamente iba al bosque con sus compañeras a cazar como una manera de brindarle culto a Artemisa (Diana, la cazadora).

Conociendo a Zeus, sus debilidades, sus pasiones desatadas y su afán sátiro, no nos extraña que se enamorara de Calisto en el momento en que la vio. Me la imagino: medio desnuda y sudorosa, ruborizada por el trabajo de la caza, por la caminata.
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Sin embargo, Zeus sabía que Calisto lo rechazaría si intentaba acercársele como hombre, así que tomó la forma de Artemisa para poseerla. La unión de Zeus y Calisto tuvo como fruto a Árcade.

Al darse cuenta Calisto de su estado, trató de ocultar el embarazo, pero un día, Artemisa y sus compañeras decidieron tomar un baño en una fuente y cuando Calisto se desnudó, todas se dieron cuenta de que estaba embarazada.Este hecho fue considerado como una falta por parte de Artemisa, que indignada la expulsó del grupo y la convirtió en osa.

La transformación posee diversas interpretaciones, pues según unos autores se debió a los celos de Hera (esposa de Zeus), quien le habría pedido a Artemisa el cambio de Calisto como castigo o incluso habría realizado ella misma la metamorfosis. Según otros fue más bien precaución de Zeus, y él transformó a Calisto para protegerla de la venganza de su celosa esposa.



Enhorabuena, Zeus, ahí sí me conquistaste.

El Mito de Leda visto por Dalí (II): El cisne de Leda

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El jueves 16 de octubre redacté una entrada sobre la Leda Atómica del genial pintor Salvador Dalí, sin duda una de las Ledas más influyentes del arte reciente. Hoy, 45 días depues, vuelvo a él.
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La Leda Atómica no fue la única interpretación de nuestro mito por Dalí. Doce años después, en 1961, vuelve a ocuparse de él, pero esta ver de una forma totalmente diferente. De entrada, frente a la repetida "Leda y el Cisne" de toda la iconografia clásica, renacentista y actual, la obra se titula "El Cisne de Leda", con lo que deja claro que el protagonismo lo acapara Zeus, no nuestra dama.
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Además, en esta ocasión Leda no se personifica en Gala. En esta obra Leda está de espaldas, abrazando a un cisne enorme que, con las alas abiertas, se posa sobre sus rodillas, en una postura que se nos antoja claramente sensual. La escena, como la Leda Atómica, se sitúa al aire libre, pero con un marcado carácter violento. Al lado, a la derecha, hay una columna de estilo clásico.

Formalmente, además, ambas obras difieren en formato y tamaño. La Leda Atómica es un óleo sobre lienzo de 61,1 x 45,3 cm. El Cisne de Leda es una pequeña aguada de 6,6 x 6,7 cm de tamaño.

Las Ledas de Gustave Moureau

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Uno de los artistas que abordaron con más profusión el mito de Leda es el pintor frances Gustave Moureau.

Aunque cronológicamente Moreau se situa en los albores del movimiento pictórico del Romanticismo, suele ser considerado como un precursor del Simbolismo. Interesado, como buen simbolista, por las pasiones y las debilidades humanas se inspiró con frecuencia en la mitología griega: las historias de los dioses olímpicos explican mejor que ninguna otra fuente dichas pasiones.


Moureau hizo varias versiones del mito. En la más conocida (arriba), el pintor emplea una técnica muy personal: el cisne destaca por su blancura con un brillo dorado que le sale tras la espalda. El cuello se retuerce amorosamente y se inclina hasta tocar la cabeza de Leda, que inclina el rostro con una sumisión similar a la que se emplea para representar a la Virgen María en las Anunciaciones. Simbólicamente, Leda extiende su brazo izquierdo como si estuviera encadenada a las flores, en una alusión al sometimiento que produce el amor divino. La pareja está rodeada de formas misteriosas, de ángeles de cuerpos similares a los personajes de Miguel Ángel. Moreau utiliza una técnica que mezcla el óleo con incisiones y dibujos, lo cual complica la imagen y le da un aspecto como de joya de orfebrería, con brillos dorados y plateados. El artista dijo de este cuadro que su Leda era "inmaculada inocencia bajo la blancura divina".












Gustave Moureau (París, 6 de abril de 1826 - París, 18 de abril de 1898), fue un aclamado pintor francés. Nació en el seno de una familia burguesa que no puso obstáculos a su vocación artística. En 1838 comenzó su educación en el internado del Collège Rollin, pero por diferentes motivos debió abandonar dicha institución y proseguir su educación privadamente. En 1841 viajó con su madre y otros parientes a Italia, donde visitó varias ciudades, realizando varios esbozos de paisajes y de monumentos italianos. En 1844, completados sus estudios de bachillerato, ingresó como discípulo en el taller de François-Edouard Picot. En 1847 aprobó el examen de ingreso en la Real Escuela de Bellas Artes de París. Intentó por dos veces obtener el Premio Roma, pero fracasó, motivo por el cual decidió abandonar la Academia. Adoptó un nuevo maestro, el pintor Théodore Chassériau, antiguo discípulo de Ingres y de Delacroix, y conoció por esa misma época a Pierre Puvis de Chavannes, dos años mayor que él, con él que le unían no pocas afinidades. En 1852, empezó a copiar obras de maestros en el Museo del Louvre, pero ese mismo año fue por primera vez admitido al Salón oficial, con una Pietà, y emprendió una destacable carrera como pintor académico. En 1855, en la Exposición Universal de París, exhibió su obra Los atenienses en el laberinto del Minotauro, junto a pintores tan reputados como Ingres, Delacroix, Rousseau y Courbet. En 1857 realizó un viaje a Italia que le permitió conocer la obra de clásicos como Miguel Ángel o Mantegna, y obtuvo el reconocimiento de la crítica en el Salón de 1864, con Edipo y la Esfinge. Su período de madurez se inició a partir de 1870. Su obra muestra una clara preferencia por los temas históricos, bíblicos y mitológicos, siempre desarrollados de forma inquietante y evocadora, a través de la recreación de atmósferas exóticas, a menudo orientales, y del dramatismo de las escenas. Destaca también su particular sentido del color, especialmente llamativo por sus brillos dorados. De entre sus pinturas cabe destacar, entre otras: Aparición (1876), Quimera (1884) y Júpiter y Semele (1896). Perteneciente a la corriente simbolista, Moreau inspiró a los futuros artistas surrealistas, sobre todo a André Breton, Max Ernst y Salvador Dalí. Su obra se exhibe en su mansión parisina, que en 1902 pasó a ser el Museo Gustave Moreau.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Mil y una formas de interpretar el mito: algunas Ledas contemporáneas (IV)

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Tomasz Rut


Jerzy Hulewicz


Francesco Sgroi

Carlo Adelio Galimberti


Viernes maldito

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Leda e il cigno, Edi Brancolini, 2003

Leda y el placer: Fred Einuadi

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Fred Einaudi nos deja un cuadro mágico, atípico, con una reinterpretación fuertemente erótica del mito. Un atardecer apocalíptico, un barco abandonado, unas montañas desiertas, un amanecer sensual que se torna atardecer, un pintor voyerista que está pero no está (¿será Einaudi u otro afortunado?)… observa y seguro pinta, sin observar esa escena pintada. Un mar tranquilo nos plantea un escenario nada clásico, ni convencional para que nuestro Zeus posea a Leda: una visión contemporánea y muy erótica del mito. Ésta es una Leda que se deja poseer muy consciente de su placer, de su cuerpo, de su sensualidad y de su sexualidad.


El rostro de Leda refleja el placer máximo, el placer que sólo puede dar un Dios. De la boca de Leda escuchamos sus gemidos, el reflejo de un orgasmo descontrolado, que sólo puede pedir más y más placer.
De sus ojos cerrados intuimos que se encuentra en el Olimpo del orgasmo…
Sus pechos colgantes, campaneantes, nos evocan el llamado a una misa donde el placer celestial lo es todo, con un dios a sus espaldas como animal dador de deseo.
La posición corporal de Leda nos remite a una consen-sualidad animal con el Dios metamorfoseado, se da y se recibe placer, nada es racional, todo es animal.
La entrada al cuerpo de Leda se nos queda en la imaginación… Supongamos que en este cuadro nada es convencional…


Casi podemos ver que el cisne-dios es un pretexto, aquí todo lo es Leda, el placer recibido. Las alas abiertas del Dios nos remiten al movimiento, a la elevación del placer. Sólo resta un consejo: volemos con el Dios.
(Deseo)

Las Ledas de Michael Parkes

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Michael Parkes se inspira una y otra vez en nuestra Leda para sus maravillosas obras surrealistas.
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Going Nowhere

Siempre que haya una mujer hermosa, aparecerá un cisne que la libere....

The Key


Night Flight



Winter

Beatrice Alone

Summer Breeze

Riddle


PuppetMaster

Pale Swan

Ballet Mistress


Angel That Stops Time


Angel of Hidden Things

Almost Fallen Angels


After the Storm

jueves, 27 de noviembre de 2008

El caballero del cisne

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El Caballero del Cisne (Le Chevalier du Cygne) es un relato medieval acerca de un misterioso salvador que viene en un cisne-barco para defender a una damisela, y cuya única condición es que nunca se le debe preguntar su nombre.


Originalmente fue un cuento adjunto al ciclo de "chansons de geste" que abordan la primera Cruzada de Godofredo de Bouillon, primer conquistador de Jerusalén en 1099. La segunda versión de este cuento se cree que han sido escrito por el trovador normando Jean Renart.
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Actualmente la historia es mejor conocida como la de Lohengrin, hijo del caballero del Grial Parsifal. Especialmente en la versión operistica Richard Wagner con el nombre de Parsifal, basada esta en la obra del romanticismo aleman "Parzival" de Wolfram von Eschenbach.

El cisne en Ecuador

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Hay otro pueblo que se conoce con el nombre de El Cisne. Esta vez en América Latina, específicamente en Ecuador. Este pueblo es famoso por su impresionante basílica gótica y por su devoción a la Virgen del cisne.

El pueblo de El Cisne llama la atención porque su principal fe consiste en adorar a la Virgen del Cisne. Lamentablemente sabemos que Leda no entra en la categoría virginal, aunque María también fue embarazada por un "Dios". Quizás allí tenemos el pretexto perfecto para justificar los embarazos "sin intervención de varón humano alguno" y alguna rama de la imaginería religiosa cristiano-pagana.

Se cree que el culto a la Virgen del Cisne fue difundido en Europa por "La Real Orden de los Caballeros del Cisne" que tiene íntima relación con la leyenda de Lohengrin, de la que ya tenemos referencia en los poemas de Rubén Darío.

El cisne en los amuletos: la cabeza del cisne

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En la tierra de los lapones, y desde el Cabo del Norte haste el mar de Kara, cuentan que todavía se utiliza la imagen del cisne (un cisne disecado) como un amuleto que cuida la cabaña familiar. Normalmente se utiliza la cabeza.


Las jóvenes esquimales -según Charbonneau-Lassay- cuando se acercan a la edad casadera utilizan como amuleto un pico de cisne para que su primer hijo sea niño. No es posible olvidar que precisamente uno de los elementos eróticos que toma el mito de Leda y el Cisne es el pico, elemento de posesión sexual.

Más Ex-libris sobre Leda

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Cisne de resplandeciente blancura

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Según el mito original, parece claro que el animal que sedujo a Leda era un Cisne blanco. Si queremos entender más a Leda, incluso ponernos en su piel y compartir lo que ella sintió, debemos conocer un poco al animal elegido por Zeus.


El Cisne blanco es también llamado Cisne común, Cisne vulgar o Cisne mudo, pero su nombre científico es Cygnus olor. Otras especies de cisnes, sobre los que hablaremos en otro momento, son: el Cisne negro, procedente de Australia; el Cisne de cuello negro, natural de América del Sur; el Cisne trompetero; el Cisne Silbador; el Cisne cantor; el Cisne chico; y el Coscoroba, que no se sabe realmente si es un cisne, un ganso, una yaguasa o nada de eso.

Es un ave de gran tamaño (con una envergadura de mas de dos metros y medio y una longitud de entre metro y medio y dos metros) y hermoso color blanco, únicamente alterado por el rojo anaranjado de su pico y el negro que bordea el nacimiento de este. Se le llama cisne mudo porque es el único de su género que no emite sonidos durante el vuelo, anque no es mudo. Debido a su hermosura, ejemplares de cisne formaban parte del paisaje de los jardines y estanques reales y en la actualidad es frecuente encontrarlos en las fuentes de los parques de las grandes ciudades. Suele desplazarse por el agua de un modo pausado y elegante, realizando en tierra torpes movimientos.

A pesar de que se considera una especie domesticada, todavía quedan poblaciones salvajes en algunas zonas del continente europeo (norte de Francia y de Alemania, Polonia, Dinamarca, Islas Británicas, sur de Suecia...) y de Asia, habiendo sido introducido en el noreste de Estados Unidos y sur de Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Japón. En estado salvaje o semisalvaje habita en lagunas, ríos y estanques, gustando de aguas poco profundas.

Se alimenta de plantas acuáticas, invertebrados, gusanos y renacuajos, no desdeñando las semillas. Es un animal monógamo aunque ha podido constatarse que se produce la separación de la pareja cuando no consiguen que prosperen las puestas.


Durante la época de reproducción, que se inicia a la conclusión del invierno, construyen cerca del agua un nido que puede alcanzar los dos metros de diámetro, echo de ramas y hierbas y en el que la hembra puede poner hasta una docena de huevos. En esta época el animal se vuelve agresivo llegando incluso a enfrentarse al hombre. El periodo de incubación, que es responsabilidad de la hembra, dura de cinco a seis semanas.

Este animal suele vivir quince años, si bien pueden llegar a cumplir las dos décadas.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Mil y una formas de interpretar el mito: algunas Ledas contemporáneas (III)

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Gurli Alsen

João Werner

Raúl Anguiano


Kerstin Eberhard


Israel Naranjo Sandoval

E. L. Stewart


Anastasja Neljubina


Aida Cui