sábado, 7 de enero de 2012



BODA DE LA PLUMA Y LA LETRA


Carlos Germán Belli

En el gabinete del gran más allá,
apenas llegado trazar de inmediato
la elegante áurea letra codiciada,
aunque como acá nuevamente en vano,
o bien al contrario,
que por ser allá nunca más esquiva.

En cielo o infierno sea escrita aquella
que desdeñar suele a la pluma negra,
quien en vida acá por más que se empeñe
ni una vez siquiera escribirla puede,
como blanca pluma,
por entre las aguas, los aires y el fuego.

Esa pluma y letra, antípodas ambas
en el horizonte del mundo terreno,
que sumo calígrafo a la áurea guarda
para el venturoso no de búho vástago,
mas de cisne sí,
que con ella ayunte del alba a la noche.

Aunque en más allá y con otra mano,
trazar en los cuatro puntos cardinales
letrica montés, aér
ea y acuática,
conquistando el mundo de un plumazo solo,
y así poderoso
más que hijo de cisne de la prenda dueño.

Aquella que nunca escribir se pudo,
por los crudos duelos de terrena vida,
feliz estamparla en el más allá
con un trazo dulce, suave y aromático,
por siglos y siglos,
y en medio del ocio acá inalcanzable.

Allá en el arcano trazar una letra,
y tal olmo y hiedra con ella enlazarse,
dos esposos nuevos muy frenéticamente,
en la nupcial cámara ya no frigorífica,
y la áurea letra
escribirla al fin
con la pluma negra.


CMD Dornier


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Carlos Germán Belli
Nacido en Perú de padres inmigrantes italianos. Poeta, periodista, profesor universitario y traductor, Belli pertenece a la generación del 50. Confiesa admirar a Petrarca. Algunos críticos lo consideran un poeta de riesgos pues su estilo y temática transitan por la mitología greco-latina. A propósito de la publicación, en el 2000, del libro ¡Salves, Spes!, el crítico Oscar Hann considera que: "Uno de los temas bellianos que reaparecen aquí es el de la condición de su hermano Alfonso, paralítico de nacimiento. Ya en algunos textos de 'Oh, hada cibernética' Belli había abordado este difícil tema de una manera digna, conmovedora y exenta de patetismo. Esta vez recurre al mito de los dioscuros Cástor y Pólux, hijos de Zeus y Leda. Belli nos aporta un poco de su personalidad de poeta: "Yo creo que observando el itinerario de mi vida, veo que es una mezcla de sedentarismo y de nomadismo: soy sedentario y nómade a la vez. Ahora bien, creo que el signo de los viajes está en mí desde el comienzo, en los umbrales de mi existencia".


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