Sabemos que nuestro cisne es travieso. Es travieso, díscolo y pícaro en cuestiones de faldas, y este blog se debe a una de sus travesuras más famosas, seducir a la virginal Leda. Hoy, una maravillosa cuentista argentina, Patricia Calvelo, nos regala una minificción sobre nuestro adúltero dios... y, si bien es cierto que que nuestro cisne es un dios, el mayor de los dioses, que reina en los cielos y en la tierra, ni él está a salvo de la intuición, inteligencia y picardía de los otros Olímpicos, más si es una Olímpica celosa y enamorada..
DIVINAS METAMORFOSIS
Patricia Calvelo
El divino seductor toma la forma de toro, de cisne, de lluvia de oro, de sátiro, de águila, de cuanto ser animado e inanimado exista para poseer a las bellas mortales y a las soberbias ninfas. Se ve obligado a emplear estas artes por su esposa Hera, que es monstruosamente celosa y lo vigila por donde quiera que vaya. Él, con todo, siempre logra burlarla para holgar deliciosamente con cada nueva mujer. Y luego, reunido con los olímpicos, se jacta de sus conquistas amorosas.
Hace un momento se ha transformado en un bellísimo e inmaculado cisne para gozar a Leda. Después de la apasionada unión, el dios descansa satisfecho sobre la hierba. Mientras tanto, la joven se incorpora, se viste y se marcha, y con cada paso va recuperando la forma de la diosa entre las diosas, que es celosa, pero no tonta y también sabe sacarle provecho al arte de la metamorfosis.
Olaf Gropp
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