Es difícil imaginar, al mencionar el tema de Leda y el Cisne, la presencia de otra mujer, pero es que la mujer es deseo, sensualidad, cuerpo sinuoso, curvas con las que se hace necesaria la caricia urgente.. Hoy nos topamos con una foto en la que nos imaginamos a una Leda doble y ambigüa, urgida por una y por otro, una Leda que difícilmente se puede resistir a los embates de la seducción femenina, a una Leda que desea las caricias de una mujer y las fuerza y sensualidad de un cisne, que obviando carga de masculinidad atribuída a su fálico cuello, representaría la fuerza, la suavidad e incluso la blanca pureza que hay en el abrazo de dos hermosas mujeres.
Esperamos alguna vez vernos entregadas a la gracia divina y pagana de unas suaves y poderosas caricias femeninas, recorriendo con precisión femenina unos sensuales pechos a los que sería difícil no acariciar, no besar, no morder o no recorrer... Ya nos imaginamos recorriendo esas caderas en las que muchas nos quisiéramos aferrar.. así como nuestras amigas comparten en el Eurotas, en una delicada triangulación de deseo -cuna, cama y morada de un mito eterno- para culminar en el fuerte y poderoso abrazo de ese Zeus que observa, participa y juguetea como cómplice y amante...
Es como sentir a la poderosa y sempiterna Safo decir:
"Con voz aguda nos llama para que vayamos
pero no es perceptible el sonido para nosotras,
el viento, hacia acá, sobre el mar profundo, en medio."
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