Oh no Leonor, yo jamás me las he llevado. Era (es) su casa y como creo en la libertad ellas tienen la libertad de regresar como la tuvieron de irse... Bienvenida tú también... con toda libertad, bienvenida..
Si el hombre pudiera decir lo que ama Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo Como una nube en la luz...
[...]
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina, Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu Como leños perdidos que el mar anega o levanta Libremente, con la libertad del amor, La única libertad que me exalta. La única libertad porque muero.
Tú justificas mi existencia: Si no te conozco, no he vivido; Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Mientras Leda, esposa del rey de Esparta Tindáreo, se bañaba en un estanque cercano al rio Eurotas, fue seducida y poseida por un cisne de resplandeciente blancura que argüía ser perseguido por un águila. Ese cisne era Zeus, que con este engaño conquistó a Leda sin levantar sospechas. Como esa misma noche yaciera con su esposo, más tarde dio a luz dos huevos. En uno de ellos estaban Helena y Pólux (hijos de Zeus y por tanto inmortales), y en el otro Cástor y Clitemnestra (mortales, hijos del rey espartano). Cástor y Pólux, gemelos, llegarán a ser los célebres Dioscuros (Διόσκουροι).
La verdad no conocia este mito! por qué te interesa tanto como para dedicarle un blog? me parece interesante...
ResponderEliminarun saludo y gracias por tu comentario.
Parece que se fueron todas esas Ledas magicas que habian en este blog. debe ser que ya no creen mas en sus dioses.
ResponderEliminarAledia me entristece mucho pensar que hayas dejado de luchar por lo que siempre creiste, por lo que has defendido con tanto amor toda tu vida.
Mariana, tus las reunistes y tu te las llevastes bien lejos... ojala que vuelen ya felices para siempre.
Oh no Leonor, yo jamás me las he llevado. Era (es) su casa y como creo en la libertad ellas tienen la libertad de regresar como la tuvieron de irse... Bienvenida tú también... con toda libertad, bienvenida..
ResponderEliminarSi el hombre pudiera decir lo que ama
ResponderEliminarSi el hombre pudiera levantar su amor por el cielo Como una nube en la luz...
[...]
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
Como leños perdidos que el mar anega o levanta
Libremente, con la libertad del amor,
La única libertad que me exalta.
La única libertad porque muero.
Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Luis Cernuda