Del griego glipho deriva la palabra glíptica que significa grabar y es la base de todo camafeo. Como camafeos conocemos todas aquellas piedras preciosas o semipreciosas (ónice, ambar, jade) o materiales varios tales como la madera, los caparazones de tortuga, o los colmillos, que son susceptibles de ser talladas o entalladas de distintas maneras en relieve.
Los camafeos (que pueden ser usados con prendedores o zarcillos o cualquier producto ornamental) han servido para recrear de múltiples formas las escenas o los personajes más célebres de la mitología griega, y, por supuesto, nuestra Leda y nuestro Cisne Zeus fueron de los favoritos desde la antigua Roma hasta el siglo XIX. Para muestra no un botón, sino varios camafeos...
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