JÚPITER Y LEDA
Por Francisco Sosa Escalante
Alcanzar el amor; mas ella, fría
Oyó del dios el amoroso canto.
Ni los ruegos de Júpiter, ni el llanto,
Vencer lograron á la ninfa impía
Que, fuerte, su pureza defendía
Y no dejaba del pudor el manto.
De cisne entonces Júpiter vestido
A la ninfa llegó; de su blancura
Prendóse Leda y le abrigó en su seno...
¡Oh niña encantadora! no en olvido
Pongas, que infame el seductor procura
De cisne entonces Júpiter vestido
A la ninfa llegó; de su blancura
Prendóse Leda y le abrigó en su seno...
¡Oh niña encantadora! no en olvido
Pongas, que infame el seductor procura
Llegar á la beldad con manto ajeno.
Thomas Andersen
Francisco Sosa Escalante. Poeta, historiador, humanista, periodista y político mexicano. Nació el 2 de abril de 1848. Funda en 1864 una revista. Las críticas contra el gobierno publicadas allí le valen la cárcel. Pasó a la historia mexicana al proponer a Profirio Díaz que se colocaran en el Paseo de la Reforma estatuas de personajes relacionados con el movimiento de la Reforma, surgiendo dos por cada estado de la República mexicana. Murió en la pobreza en el año de 1925 en el DF, específicamente en Coyoacán, lugar cuya calle principal, en la actualidad, lleva su nombre.
Y así es como Leda se quedó dormida, como este hermoso blog.
ResponderEliminarDespierta hermosa Leda que tu cisne sigue esperándote.
Bicos
Hola Mariana
ResponderEliminarBello el poema de Don Francisco.
No lo conocía, disculpa mi ignorancia y gracias por compartirlo con este bohemio
Felicidades
Un abrazo de amigo
ToTTó