Raptémonos: yo me convertiré en serpiente que encuentra el ojo abierto y se desliza y quiebra cerraduras; tú serías la hermosa y la manzana que deja que en su cuerpo se tatúen abrazos de reptil.
Mientras Leda, esposa del rey de Esparta Tindáreo, se bañaba en un estanque cercano al rio Eurotas, fue seducida y poseida por un cisne de resplandeciente blancura que argüía ser perseguido por un águila. Ese cisne era Zeus, que con este engaño conquistó a Leda sin levantar sospechas. Como esa misma noche yaciera con su esposo, más tarde dio a luz dos huevos. En uno de ellos estaban Helena y Pólux (hijos de Zeus y por tanto inmortales), y en el otro Cástor y Clitemnestra (mortales, hijos del rey espartano). Cástor y Pólux, gemelos, llegarán a ser los célebres Dioscuros (Διόσκουροι).
Raptémonos: yo me convertiré
ResponderEliminaren serpiente que encuentra el ojo abierto
y se desliza y quiebra cerraduras;
tú serías la hermosa y la manzana
que deja que en su cuerpo se tatúen
abrazos de reptil.
Raptémonos: huyamos enlazados.
Perdona el des-bordarme en tu blog...
ResponderEliminarSon las metamorfosis, que me alteran...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSe le agradece el borde y el des-borde... siempre bien recibidas tus metáforas...
ResponderEliminarAfortunadas meta-morfosis...